Escuché el otro día en la radio que los blogs están descendiendo en popularidad, que la irrupción de Instagram y otras redes sociales estaban llevándose parte del contenido a esas nuevas plataformas.
Es cierto que vivimos en una sociedad que le da una importancia muy grande a la imagen que proyectamos al exterior. El mejor ejemplo en el mundo literario lo tenemos con las portadas y lo útiles que son en el marketing, pero eso daría para un tema aparte.
Lo mismo ocurre con herramientas muy visuales, nos ayudan a percibir el mundo con los ojos de quien publica. Sin embargo, como amante de los libros que me declaro, entiendo que no siempre una imagen vale más que mil palabras.
Es verdad que una imagen nos muestra instantáneamente todo el enclave de una situación que un escritor necesitaría varias páginas para transmitir, que es más probable que se haga viral incluso que hay una gran corriente que piensa que la cromoterapia puede ayudar a tratar enfermedades con el color de las imágenes.
Pero ¿qué hay mejor que un café, una mantita, un portátil/tablet, y tu blog de literatura favorito? (evidentemente los Revientalibros :P) Yo no lo cambio por nada, con lo que seguiremos aquí, generando contenido e intentando que os guste...
PD: por si os gusta más el contenido visual aquí os dejo mi instagram favorito (seguro que adivináis cual es :))
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