Carta de Edward

Querida y apreciada Stephenie,

espero que reciba pronto esta misiva ya que mi inmortalidad hace que los días se tornen eternos.

Quería comentarle un tema de vital importancia para mi persona. Como bien sabe estoy en una ciudad perdida, viviendo la vida con mi maravillosa esposa y mi hija. Además de mi familia, los Cullen.

Muchos de nuestros compatriotas vampiros han querido hacernos compañía y de ahí viene todo mi problema.

¿Podría volver a escribir un libro y describirme como un vampiro de verdad?

No sabe la de veces que he tenido que oir a Drácula, el señor de las tinieblas, burlarse de mi piel cuando el sol la roza. Me comparan con Campanilla. CAMPANILLA.

No es nada viril, y al dueño y señor de todos los vampiros no puedo discutirle.

Pero es que Blade ha comenzado a salir con mi hija, por fin nos hemos quitado de enmedio al chucho, y se burla de mi. Es insultante: el novio de mi hija se burla de mi.

¿No podría sacar una versión de Crepúsculo con un poco más de virilidad por mi parte? Ya sabe, con menos brillos y más sed de sangre.

Espero que entienda estas palabras, estoy muy contento de ser "hijo" suyo. Le doy las gracias por haberme dado una compañera, aunque ya podría haberme dado otra menos sosa. Pero necesito que me rehaga solo un poquito.

Ante todo gracias por todo,

Un saludo

Edward Cullen