- BIC: WQ; HBG
- 978-84-17229-35-1
- 432 páginas
- Rústica con solapas
- 15 x 24 x 2.8 cm · 582 g
- PVP: 23.95 €
Navarra en la Historia. Realidad histórica frente a los mitos aberzales,
es un ensayo editado por la editorial Almuzara del que es autor Jaime
Ignacio del Burgo. Se trata de un relato apasionante de la historia de
Navarra desde sus orígenes hasta nuestros días.
Comienza el relato con uno de los hitos fundamentales como es el de la fundación de Pamplona, en el invierno de los años 75 a 74 del siglo I A.C., por el general romano Pompeyo, en el corazón del territorio de la tribu hispana de los vascones, que coincidía más o menos con el actual de Navarra.
"Desde entonces, los vascones experimentaron un profundo proceso de romanización que dejaría huellas imperecederas, al igual que en el resto de España. Entre ellas destacan la lengua, el derecho y, sobre todo, el cristianismo".
Tras las grandes convulsiones que padeció la Península Ibérica desde el derrumbamiento del Imperio romano en el siglo V y, sobre todo, tras la pérdida de España a manos del Islam, y en las postrimerías del siglo VIII o comienzos del siglo IX, surge en las estribaciones del Pirineo occidental el reino de Pamplona que a finales del siglo XII pasará a denominarse reino de Navarra, auténtico crisol de lenguas y culturas diferentes.
Igualmente, la crónica de Del Burgo habla del Fuero como uno de los elementos fundamentales de la identidad navarra. Se trata, según el autor, del conjunto de normas e instituciones garantes de la libertad colectiva del pueblo navarro.
“En los primeros capítulos del Fuero General de Navarra de 1237 se contiene el llamado Fuero Antiguo, fruto del pacto fundacional de la monarquía navarra. Antes de alzarlo sobre el pavés, los navarros exigieron al rey que prestara el juramento de respetar conservar y mejorar sus derechos y libertades”, relata el ensayista en este libro.
Asimismo, dedica especial atención a los sucesos que condujeron en 1515 a la incorporación del reino de Navarra a la Corona de Castilla, que fue por vía de unión equae-principal, conservando su naturaleza propia como “reino de por sí”, tanto en leyes, como en territorio y gobierno.
En otro orden cosas, se destaca en este volumen la vocación hispana de Navarra, a pesar de que desde la muerte de Sancho VII el Fuerte -el héroe de la batalla de las Navas de Tolosa-, la corona navarra pasó a manos de dinastías francesas. Dicha vocación se pondría de manifiesto con rotundidad a partir de la integración en la Monarquía española en el siglo XVI.
Del Burgo relata, igualmente, cómo en Navarra, a pesar de la pérdida de su condición de reino en 1839, nunca se apagó la antorcha de la libertad foral: “La Ley Paccionada de 1841 y el Amejoramiento del Fuero de 1982, fruto de un nuevo pacto con el Estado, aseguran a Navarra una amplísima autonomía política, que le ha permitido un impresionante desarrollo en todos los órdenes”.
No obstante, según desvela Del Burgo, desde la aparición del nacionalismo vasco a finales del siglo XIX, éste no ha cejado en su empeño de conseguir que Navarra diluya su personalidad en el seno de Euskalherria, “trasladado su lucha totalitaria y revolucionaria al campo de la historia, con una manipulación sin precedentes”.
A lo largo del libro, el autor pone de manifiesto las falsedades y mitos aberzales que tratan de apartar a Navarra de su inequívoca condición española.
Tras una serie de intentos fracasados del nacionalismo vasco, concluye Del Burgo, éste no tiene otro fin que el de “lograr la integración del pueblo navarro en la pretendida República Confederal euskalherríaca y su conversión en un territorio histórico más de una nación vasca que jamás ha existido”.
Jaime Ignacio del Burgo (1942) es un jurista, político y publicista navarro. Doctor en Derecho y Abogado-Economista por la Universidad de Deusto. A lo largo de su dilatada trayectoria ha llevado a cabo una intensa actividad profesional, primero en la empresa privada, después en la Administración Foral de Navarra y desde 1975 ejerce la profesión de abogado.
Fue Senador por Navarra (1977-1982 y 1986-1989), Diputado al Congreso (1989-2008) y Parlamentario foral de Navarra (1979-1987). En abril de 1979 se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente de la Diputación Foral de Navarra o Gobierno de Navarra (1979-1984).
Es Académico correspondiente de las Reales Academias de la Historia, de Ciencias Morales y Políticas, y de Jurisprudencia y Legislación. Pertenece a la Orden del Mérito Constitucional y está en posesión de la Cruz de Honor de la Orden Civil de San Raimundo de Peñafort.
En el proceso constituyente, como miembro de la Comisión Constitucional del Senado, participó activamente en la elaboración de la Constitución y de manera especial en la redacción de la disposición adicional primera (derechos históricos de los territorios forales) y de la disposición transitoria cuarta (derecho de Navarra a decidir libremente su destino en la España de las autonomías).
Asimismo, fue promotor y se le considera “autor intelectual” del Amejoramiento del Fuero de Navarra de 1982.
Es autor de 36 libros sobre temas constitucionales, históricos, forales y políticos así como de casi un gran número de trabajos monográficos publicados en revistas especializadas y de cientos de artículos en la prensa navarra y nacional.
Comienza el relato con uno de los hitos fundamentales como es el de la fundación de Pamplona, en el invierno de los años 75 a 74 del siglo I A.C., por el general romano Pompeyo, en el corazón del territorio de la tribu hispana de los vascones, que coincidía más o menos con el actual de Navarra.
"Desde entonces, los vascones experimentaron un profundo proceso de romanización que dejaría huellas imperecederas, al igual que en el resto de España. Entre ellas destacan la lengua, el derecho y, sobre todo, el cristianismo".
Tras las grandes convulsiones que padeció la Península Ibérica desde el derrumbamiento del Imperio romano en el siglo V y, sobre todo, tras la pérdida de España a manos del Islam, y en las postrimerías del siglo VIII o comienzos del siglo IX, surge en las estribaciones del Pirineo occidental el reino de Pamplona que a finales del siglo XII pasará a denominarse reino de Navarra, auténtico crisol de lenguas y culturas diferentes.
Igualmente, la crónica de Del Burgo habla del Fuero como uno de los elementos fundamentales de la identidad navarra. Se trata, según el autor, del conjunto de normas e instituciones garantes de la libertad colectiva del pueblo navarro.
“En los primeros capítulos del Fuero General de Navarra de 1237 se contiene el llamado Fuero Antiguo, fruto del pacto fundacional de la monarquía navarra. Antes de alzarlo sobre el pavés, los navarros exigieron al rey que prestara el juramento de respetar conservar y mejorar sus derechos y libertades”, relata el ensayista en este libro.
Asimismo, dedica especial atención a los sucesos que condujeron en 1515 a la incorporación del reino de Navarra a la Corona de Castilla, que fue por vía de unión equae-principal, conservando su naturaleza propia como “reino de por sí”, tanto en leyes, como en territorio y gobierno.
En otro orden cosas, se destaca en este volumen la vocación hispana de Navarra, a pesar de que desde la muerte de Sancho VII el Fuerte -el héroe de la batalla de las Navas de Tolosa-, la corona navarra pasó a manos de dinastías francesas. Dicha vocación se pondría de manifiesto con rotundidad a partir de la integración en la Monarquía española en el siglo XVI.
Del Burgo relata, igualmente, cómo en Navarra, a pesar de la pérdida de su condición de reino en 1839, nunca se apagó la antorcha de la libertad foral: “La Ley Paccionada de 1841 y el Amejoramiento del Fuero de 1982, fruto de un nuevo pacto con el Estado, aseguran a Navarra una amplísima autonomía política, que le ha permitido un impresionante desarrollo en todos los órdenes”.
No obstante, según desvela Del Burgo, desde la aparición del nacionalismo vasco a finales del siglo XIX, éste no ha cejado en su empeño de conseguir que Navarra diluya su personalidad en el seno de Euskalherria, “trasladado su lucha totalitaria y revolucionaria al campo de la historia, con una manipulación sin precedentes”.
A lo largo del libro, el autor pone de manifiesto las falsedades y mitos aberzales que tratan de apartar a Navarra de su inequívoca condición española.
Tras una serie de intentos fracasados del nacionalismo vasco, concluye Del Burgo, éste no tiene otro fin que el de “lograr la integración del pueblo navarro en la pretendida República Confederal euskalherríaca y su conversión en un territorio histórico más de una nación vasca que jamás ha existido”.
Jaime Ignacio del Burgo (1942) es un jurista, político y publicista navarro. Doctor en Derecho y Abogado-Economista por la Universidad de Deusto. A lo largo de su dilatada trayectoria ha llevado a cabo una intensa actividad profesional, primero en la empresa privada, después en la Administración Foral de Navarra y desde 1975 ejerce la profesión de abogado.
Fue Senador por Navarra (1977-1982 y 1986-1989), Diputado al Congreso (1989-2008) y Parlamentario foral de Navarra (1979-1987). En abril de 1979 se convirtió en el primer presidente elegido democráticamente de la Diputación Foral de Navarra o Gobierno de Navarra (1979-1984).
Es Académico correspondiente de las Reales Academias de la Historia, de Ciencias Morales y Políticas, y de Jurisprudencia y Legislación. Pertenece a la Orden del Mérito Constitucional y está en posesión de la Cruz de Honor de la Orden Civil de San Raimundo de Peñafort.
En el proceso constituyente, como miembro de la Comisión Constitucional del Senado, participó activamente en la elaboración de la Constitución y de manera especial en la redacción de la disposición adicional primera (derechos históricos de los territorios forales) y de la disposición transitoria cuarta (derecho de Navarra a decidir libremente su destino en la España de las autonomías).
Asimismo, fue promotor y se le considera “autor intelectual” del Amejoramiento del Fuero de Navarra de 1982.
Es autor de 36 libros sobre temas constitucionales, históricos, forales y políticos así como de casi un gran número de trabajos monográficos publicados en revistas especializadas y de cientos de artículos en la prensa navarra y nacional.
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